Por Alice Mechoulam y Patrizia Aymerich.- “Morir, dormir, tal vez soñar…”: escribe William Shakespeare en Hamlet. ¿La legendaria frase sigue vigente? ¿Recurrimos a este ensueño para vivir o morir? Escrita y dirigida por José Troncoso, Los despiertos es una obra de teatro que reúne a los actores Alberto Berzal, Israel Frías y Luis Rallo en una espectacular comedia con perspectiva de drama social, que nos rememora y traslada a los dilemas de Shakespeare, Cervantes o Beckett sobre la vida.
Los despiertos, que se presenta en el Teatro del Barrio de Madrid, trata sobre el trabajo, el hecho de trabajar para trabajar, y plantea una pregunta crucial al espectador: ¿Cuándo ocurre la vida de verdad? De hecho, la idea de la obra nace de esta realidad muy cercana al escritor y director: el estrés por él trabajo, la sensación de vivir para trabajar y de no trabajar para vivir.
En la obra, los tres personajes se “despiertan”, o mejor sus conciencias se despiertan. Los despiertos empiezan a darse cuenta de la realidad y así empiezan a soñar de otros mundos, otras realidades, otras posibilidades.
“Para poder soñar hay que ser consciente”, José Troncoso
La pieza surge a partir de un taller que los actores hicieron con Troncoso, precisamente en el Teatro del Barrio. Berzal ha asegurado que en este taller vieron Princesas del Pacífico, con la que conectaron muy bien. “Enseguida quisimos trabajar juntos, a él también le apetecía cambiar de su elenco y trabajar con otras masculinidades, hablar desde otro lugar. Él nos propuso esta idea y este texto, que nos encantó”, ha indicado el actor.
“Surge también porque, hasta ahora, los tres actores utilizábamos, en nuestras producciones, textos ya escritos, sobre todo anglosajones y americanos, y teníamos ganas de trabajar un texto original, y participar en el proceso creativo”, ha agregado.
Sobre el humor de Los despiertos
Aunque no parece así, Los despiertos es, por cierto, una comedia optimista. El humor nace de la necesidad de ligereza para tratar temas que a menudo resultan panfletarios y con demasiada carga política.
“todo está bañado por una pátina lúdica” José Troncoso
Los despiertos son personajes casi cerca de los payasos, y así se pueden permitir hablar de temas y situaciones de conflicto, y llegar más profundo desde la risa y el humor.
La referencia a Shakespeare
“Escaparse de la realidad y soñar despierto. Dormir para escapar de lo real. Despertarse y trabajar. Y trabajar hasta volver a dormir, cada día. Un día y otro. Que otros sueñen por nosotros, a nosotros no se nos permite, no podemos, no hemos sido elegidos. ¿No nos ves? Míranos. Si soñamos, nos daremos contra la pared con fuerza, porque soñar, simplemente no está a nuestro alcance. Y la pared de lo diario es dolorosa. Así que, mejor reír y conformarnos. Y seguir trabajando hasta volver a dormir. Un día y otro. Estar despierto mientras duermes, tiene sus ventajas. «Morir, dormir, tal vez soñar…”: Hamlet, de William Shakespeare”, indica Troncosa, en casi un manifiesto sobre las peculiaridades de la existencia humana.
El director, continúa: “Despiertos, podemos ver lo que soñáis, mientras lo limpiamos todo para que lo encontréis como nuevo al día siguiente. Un día y otro. Todo estará como nuevo, para que podáis volver a ensuciarlo con vuestra realidad del día a día. Un día y otro. Lo limpiaremos todo, también nuestros pasos. No quedará ni rastro de lo que fuimos cuando ya no estemos.
¿A quién podría importarle?
Menos mal que nos queda la risa. Y juntos, soñando despiertos, con lo que podría haber sido, parece que el tiempo pasara un poco más deprisa. Y al final, incluso después de las noches más largas, un día y otro, siempre vuelve a salir el sol”, cierra en un comunicado de prensa.
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