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El recuerdo del futuro: Un tal Seki Sano en una foto con Nicolás Curiel

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Por Sergio Andrés Palma Cova. Miembro de El recuerdo del futuro. Una foto de Nicolás Curiel que posa junto a los integrantes del Teatro Universitario (TU) de la UCV y un tal Seki Sano, en 1958, durante el Primer Festival Panamericano de Teatro, en la Ciudad de México.

“¿Quién es Seki Sano?” me pregunté, “parece importante”. Esta fotografía aparece en un volumen llamado Nicolás Curiel, Tiempos de Teatro de Erubí Cabrera (1993). Este libro es el que mejor documenta la estancia de once años (de 1957 a 1968) de Nicolás Curiel al frente del grupo teatral insigne de la Universidad Central de Venezuela.

Nicolás Curiel

Nicolás Curiel (1928-2021), para quien aún no sabe, fue un director teatral, actor de teatro y cine, y docente venezolano; personaje clave en la conformación de varias generaciones de actores, actrices, dramaturgos y directores de gran trayectoria en el país.

El TU, junto a Nicolás, viajó a muchos festivales teatrales en todo el mundo llevando obras en representación del país, incluso tuvo estancias de hasta casi un año en Europa con fines únicamente formativos. Entonces pensé, “si por esta misma vía, por ejemplo, nuestra Elizabeth Albahaca, actriz, directora e integrante de esa misma generación, hizo conexión con el mismo Jerzy Grotowski para luego irse a Polonia a formar parte de su escuela y del elenco del Teatr Laboratorium, seguro que Seki Sano pisa duro, entonces.”

Autor desconocido (1958)

Y así es, Seki Sano (1905-1966) fue un maestro de teatro japonés que tuvo una trayectoria bien particular e interesante. Desde muy joven empezó a hacer teatro, y ya desde esta época se cuentan sus aportes en la historia teatral de su país.

Pero sucede que debido a su militancia comunista es perseguido por el gobierno japonés y forzado al exilio. Durante este exilio lo más destacable que hizo fue su estancia de aproximadamente cinco años en el Teatro de Arte de Moscú, de 1932 a 1937.

Allí fue discípulo nada más y nada menos que de Konstantin Stanislavski (1863-1938), que para entonces dirigía el recinto, también tuvo la oportunidad de asistir a Vsévolod Meyerhold (1874-1940) por tres años, quien en ese momento era productor de los espectáculos en el mencionado teatro.

Es interesante imaginarse estar cerca de dos maestros de ese calibre, ya para ese momento consagrados, y a la vez de búsquedas tan disímiles. Stanislavski naturalista, y Meyerhold, aunque discípulo del primero, abiertamente declarado como antinaturalista.

Mientras Stanislavski se caracterizó inicialmente por proponer búsquedas “internas” de los actores con respecto de sus personajes, es decir, enfatizó la construcción del personaje a partir del ejercicio de una conciencia previa de los actores acerca de los rasgos psicológicos de su personaje y de su situación dramática, con herramientas como el “si mágico”, en el cual se pone al actor a imaginar sus acciones «como si» estuviese en una situación dada.

Meyerhold, en cambio, desarrolló un sistema de aproximación al personaje desde la externalidad predominantemente, evitando los ejercicios racionales de conciencia, procurando que los hallazgos surjan desde “lo externo”, como con la imitación, por ejemplo: imitando la postura de un hombre triste para encontrar así el estado emocional deseado. La búsqueda naturalista del primero contrastaba con la preocupación expresiva del segundo.

Nicolás Curiel tiempos de teatro de Erubí Cabrera

Sin embargo, quizá eso no fue todo contrariedad y oposición, hoy es de conocimiento general que Stanislavski adoptó un método de acciones físicas al final de su carrera, es decir justamente para cuando Seki Sano arriba al Teatro de Arte de Moscú.

Otros eran los vientos que soplaban. Seki Sano, además, debió encontrarse con la etapa menos radical de ambos, en un ambiente no muy propicio para avanzar experimentalmente, pues se cernía sobre ellos la amenaza de la purga estalinista, y quizá por eso bebió del carácter más pragmático y negociador de ambos.

Seki Sano luego de este episodio y después de ser deportado en 1937, víctima de la purga, se dirige a EEUU, está allí por medio año y luego va a México, al cual logra ingresar como asilado político. Es ahí en donde se asienta y desarrolla su carrera como director, actor y pedagogo. Tal fue su impacto en tierra azteca que hoy es considerado “el padre del teatro” en México.

El año de la fotografía con Curiel y los integrantes del TU fue en 1958, sin embargo, y para mi sorpresa, este no fue el primer contacto que tuvimos con la influencia del maestro Sano en nuestro país. El encuentro se había dado once años antes, con la aparición de Jesús Gómez Obregón, méxicano, quien arriba al país en 1947 y que fue discípulo de Seki Sano.

Fue invitado por el Ministerio de Educación para diseñar y dictar un curso de Capacitación Teatral en la ciudad de Caracas. El primer proyecto con estas características que se conoce en el país. Personaje éste de mucha influencia, y que merece un apartado dedicado a él y que abordaremos en un futuro cercano.

Es estimulante imaginar, a partir de todos estos encuentros entre discípulos y maestros, cómo se van edificando los pilares de la memoria de nuestro teatro y cómo conviven, unas al lado de las otras, las diferentes corrientes iniciáticas del teatro contemporáneo, y es aún más fascinante constatar cómo se conectan los hilos del conocimiento como si de un árbol genealógico se tratase.

Referencias:

  • Anecdotario Embajada del Japón en México (s/f). Www.mx.
  • Azparren Giménez, L. (2021, septiembre 20). Teatro venezolano del siglo XX (III): Hacia la democracia (1936-1958). Tropicoabsoluto.com. 
  • Cabrera, Erubí (1993). Nicolás Curiel tiempos de teatro. Consejo Nacional de Cultura: Caracas. 1ra Ed.
  • Moreno-Uribe, E. A., & Completo, V. mi P. (s/f). EL ESPECTADOR venezolano.
  • Murillo, B. (2002). Seki Sano y el teatro mexicano: militante político y artístico. En Théâtre et pouvoir (pp. 369–374). Presses universitaires de Perpignan.

Fotografías:

Fotografía: autor desconocido (1958)
Fuente: Nicolás Curiel tiempos de teatro de Erubí Cabrera

En Instagram @elrecuerdodelfuturo.

Lee también: El recuerdo del futuro: Reflexiones sobre el recuerdo y la creación artística

Esta nota se publica en alianza entre El-Teatro.com y el proyecto El recuerdo del futuro, con el fin de promover el archivo y la memoria cultural de Venezuela. 

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